28.11.08

Dream a little dream on me




What a wonderful world, que huele a castañas.
Pasitos cortos, rápidos, firmes para no fundirme con el frio.
Satchmo hace que todo a mi alrededor sea como su voz, cálido, bonito, sencillo.

Un libro de vampiros, ensaladilla rusa con rosquillas, señorita ¿podría quitarme el hielo? Es que me duele el pelo con este hielo, ya se lo dije antes.

Me voy a ver juguetes y acabo haciéndome amiga de un dinosaurio, ¿señorita, me lo envuelve? ¿necesita hierva o es carnivoro, es que yo no vi parque jurasico y es una pena, ahora que su autor ha decidido extinguirse, sabe?

Let's snow... ah no, no es nieve. Es una señora que sacude una alfombra hacia la gran vía. No importa cuántas Gran vías acumule mi memoria; en todas hay una señora lanzando nieve en polvo. Supongo que las venden en pack indivisible, como los platanos.

Es lunes, maldita sea, y el jueves sale los miércoles salvo por aquel martes que el tiempo se dobló sobre si mismo y ya era domingo así que me decido por una lectura acerca de los romanos en hispania. Estan locos estos celtíberos, con sus estacas, sus excelentes vinos y aceites y sus jamones....

When you're smiling... Hay un cruce de calles en la capital murciana que guarda un secreto inexplicable, y cada vez que paso creo una teoría diferente de porqué hay un increíble olor a algodón dulce sin motivo alguno. La teoría de hoy me convence bastante. Seguramente hay un invisible pliegue espacio temporal que se conecta con el armario ropero de algun Oompa Loompa que guarda allí su ropa de trabajo y claro, de trabajar todo el día con dulces y chocolates, pues el olor se filtra por la grieta y acaba en ese cruce de calles murcianas.

Y mientras Louis y Ella siguen cantando decido volver, pensando que quizá no vuelva a disfrutar de otro paseo como ese en mi ciudad adoptiva, un paseo que hacía años que no repetía, que me conforta el alma y me recuerda que aún tengo que prepararle una sorpresa a otro ser humano que -como decía el conde, libremente y por su propia voluntad- decidió compartirse conmigo. ...Heaven... I'm in heaven...

4 viajeros:

TORO SALVAJE dijo...

El último párrafo y la música parecen el típico final de las pelis de Woody Allen, esas que te hacen salir del cine medio levitando y que case arrancan un intento de sonrisa a mi tozuda boca.

Besos genia.

Thedarksunrise dijo...

Eso de ir un día andando por la ciudad y darte cuenta de que estás inmersa en un paseo realmente especial, no tiene precio. ¿No será el dinosaurio de los sensores, que es tan monísimo y si lo acaricias, cierra los ojicos? Ainsss. Besis

Ego dijo...

Yo es que a las calles murcianas
les cuento más bien poco.
Desde que levantaron las aceras
vino el consuelo.
Jamás podré decir ya
que E. las pisó conmigo.
Un (b)eso en pause

Veronika dijo...

Hay lugares, rincones, que hablan por si solos. Aveces no es necesario ni que les hagas preguntas, y eso es una maravilla :)

PD: Podré disfrutar de su compañía un ratito cuando la ola de frio decida irse a otra parte?

Besicos, mi peque.