1.4.09

Bajo el cerezo


(C)Duckland, 31/03/09


Alergias aparte, la morriña se planta,
recostada bajo un cerezo en flor
que el huerto de mi abuelo acoge,
me quedo pensando que duermo.

Sencillo y pobre Siddharta, venida menos,
que a mi acude un conejo mago,
uno, solo, y por casualidad.

Se me queda mirando aburrido, husmea,
recorta la hierba a mi alrededor,
con un libro en la cabeza me pega.

Conejo del demonio!
Ya se marcha, el puñetero,
me duele el chichón
así, sin venir a cuento,
se revuelve, acusador y se esfuma.
Creo que me ha oído,
haré que pienso que duermo.

Siento una pata en la cabeza,
familiar, curiosa, sucia.
Un gato vestido de verde
¿Nos conocemos?
No, bueno si, pero no, es ella.

Me cuenta que es feliz,
que soy demasiado blanda,
que vigile a su nieto,
que lo andamos consintiendo.

Después, me parece normal,
me habla de Liir, hijo de Elphaba,
y que va arrastrando la mohosa,
la cenizosa barredora voladora.

Bajo el cerezo de mi abuelo
me quedé dormida un martes,
cuando mentí para no ir a trabajar
y me quedé leyendo un libro.

Y parece una tontería pero si,
tengo barro en la cabeza,
pelos en el jersey,
pétalos en la cara.

2 viajeros:

TORO SALVAJE dijo...

El cerezo está libre para Semana Santa?

Besos.

Veronika dijo...

Ese cerezo parece la nueva caja de los sueños... algunos parecen tan reales que da rabia despertar.

PD: La nena quiere pizza... ya me entides :)