18.4.09

Gracias por fumar

Su tabaco, gracias.
Ahora las máquinas expendedoras no hablan. Humpfrey ya no mola. El jinete de Marlboro se retiró a su rancho de Santa Mónica.

Últimamente ando sorprendida por algunos buenos bocados de buen cine, tal es el caso de este film, Gracias por Fumar (2006), largometraje de Jason Reitman, de Ivan el hijo, autor nominado estas pasadas pascuas por ocuparse de Juno.

Me tropecé sin querer con un caramelo llamado Neverwas en el que Sir Ian McKellen le daba la replica a la viva encarnación del Príncipe Encantador, un tal Aaron Eckhart. Esa película era una bonita fábula que me dejó colgada de Mr. Sonrisa Brillante e investigando un poquito, supe de Nick Naylor.

Nick Naylor es el imparable y eléctrico relaciones públicas y principal voz y rostro de toda la industria tabaquera norteamericana. Obviamente su trabajo no es sencillo ya tiene que lidiar con la actual sociedad moralista y maniquea además de con políticos oportunistas, asociaciones radicales pro-salud, o los afectados, que ni son pocos ni vienen de fiesta. Añadir una periodista sin escrúpulos, un jefe confederado -con la señorial presencia de Robert Duvall- y si, un hijo en edad de preguntar. Y nadie, absolutamente nadie, sería capaz de rebatirle ni uno sólo de sus razonamientos.

Este film defiende la idea de que todo hombre -y por extensión entidad o empresa multinacional- tiene derecho a defender sus ideas y ser escuchado. Pero todo tiene un doble filo y Naylor, inspirándose en el James Steward de "Caballero sin espada" se aprovecha de cada término o idea ambigua para darle la vuelta a la discusión y de paso a cualquier idea prefijada del espectador.

- ¿Papa, otros podrían hacer lo que tu haces?
- No. Porque la gran mayoría de las personas no tienen lo que tengo yo. Una moral flexible.

Lejos de ser un film moralista donde el personaje del niño pecaría de conciencia y culpabilidad del protagonista, resulta ser justo al contrario. Serán los "malos consejos" de Naylor mucho más instructivos que cualquier otra cosa: "si en lugar de negociar, razonas, no habrá nadie que te pueda quitar la verdad".

Pero no hay que confundirse: esta película no tiene mensaje. Ni bueno ni malo. La película pronto se posiciona lejos del bien o el mal y se decanta por la crítica atroz a los personajes basura del país de las barras y estrellas repartiendo bofetadas con ideas y situaciones que, lejos de golpear mortalmente, sólo pretende dejar reflexionando a todos los implicados, incluidos nosotros.

Un ritmo perfecto, sin elementos superfluos de guión ni baches en la historia mezclan un montón de personajes cínicos, conversaciones cáusticas y algún que otro gag hilarante la idea de que, al fin y al cabo, somos mayorcitos ya para saber que fumar esta mal sin necesidad de culpar a otros ni de esas feas etiquetas que dicen VENENO.


__________pildorita extra__________

Vale que lo echaran por drogaduzo, pero si Gary Dourdan se mete jamón, yo me apunto.


2 viajeros:

TORO SALVAJE dijo...

La he visto.
Es muy buena.

Besos.

Ego dijo...

Me voy a fumar un cigarro na más que por eso.
Un (b)eso sin sardina