4.6.09

Puñeteras ranas

De vacaciones en Tokelau


No duermo bien porque la piscina de mi vecina es ahora un estanque y las ranas montan orgías nocturnas. No como bien porque ando nerviosa y frustrada y atemperada y todo me sienta mal salvo lo más guarro. No hago nada bien. Estoy cansada, exhausta. Triste por no estar a mi propia altura durante demasiado tiempo ya.
De este agotamiento es ejemplo este blog, abierto meses atrás y aún sin oler ni de lejos el nivel que yo esperaba. Esta es la entrada nº 100 y necesito un descanso de todo.

Me quedo leyendo Mondo Lirondo, de La Penya, My brain is hanging upside down, de David Heatley o Nadie es más de aquí que tu, de Miranda July, este último delicioso libro de relatos escrito por una señorita que bien parece una poupee de porcelana y que sólo por eso merece un poco de atención.
Y me quedo escuchando a Edith Piaf o a Carlos Madrid -pese a que lo considero a día de hoy un tío que no vive en este mundo para bien y para mal- y esperando ver Coco, o El milagro de Henry Pool -donde una vez más, parece que Luke wilson es mucho más grande que las películas que hace, casi tan grande como la nariz de su hermano Owen-.
Hasta pronto.

3 viajeros:

Ego dijo...

Por no hablar de los mosquitos. Están invadiéndonos, como los chinos.
Insisto en la necesidad de coger un avión. Aunque sea a contracorriente.
Un (b)eso con billete

TORO SALVAJE dijo...

Hasta pronto.
Ah, a mí me gusta mucho tu blog.
Que conste.

Besos.

Veronika dijo...

Ale, ale, que manía con eso de que no haces las cosas bien!!

Ya te cogeré yo por banda, ya...

El descanso cortito, eh? Lo justo para coger fuerzas :)