20.7.09

Punto (y seguido)

Tokelau cierra sus puertas desde aquí. El camino que empecé como transición ha acabado una vez que lleguí allí y me tocó volver. No sé si mejor. Ni peor.
Pero pasa, no te quedes aquí, en la puerta. Sé bienvenido a mi nuevo hogar de desvaríos, estropajos y demás mediocridades de colores. Honrada estoy por haberte tenido, honrada si decides seguír a mi lado.
Señorita Estropajo es un nuevo enfoque, más liviano, más despierto, más... o menos.

Pasén, pasen y vean.

7.7.09

Vuelta e ida.




Recién acabo de llegar, mudado mi periplo de fuego y sal por los océanos de Stevenson, cansada, abotargada y hambrienta, a esta tierra mía, que, sin embargo, no parece serme tan lejana ni propia de la nostalgia ahora que la veo de cerca.

Y en estas estoy yo cuando me asaltan, intrépidos y sin avisar, sentimientos desgarrados de amor y odio, de asombro y admiración, de horrenda incredulidad... y si, de apatía generalizada y exenta de deudas propias y ajenas al comprobar que esta todo tal cual lo dejé cuando partí.

O casi, porque me encuentro que han dispuesto, más sin preguntar que sin mi permiso, casi siempre afable y consentido, un cambio ciertamente reseñable en mi vida, la que ahora me dispongo a retomar.

Y por eso, y por alguna que otra cosa más, me dejo ver llorando, sin saber qué decir y pensando en qué tipo de lámparas harán juego con las cortinas del que será mi nuevo hogar, en mi nueva situación, en un lugar distinto.

Y por eso, y por alguna que otra cosa menos, me escondo a llorar a un pequeño ser que se está alejando, patita a patita, moviendo los bigotes, destartalado por la edad y por su calidad de anciano de siete en siete.

Ha vivido mucho, bien y valientemente, mi gato mayor, aquel que precedió a todos los duendes de malas pulgas que ahora pueblan mi todavía hogar, nieto de valientes, hijo de amables, aquel que intentaba seguir jugando con una madre recién postrada a una orilla de un camino de tierra y que por algún motivo, entendió que no podía volver a jugar con ella y prefirió seguirme para esperar a jugar conmigo... Porque me dicen que lleva enfermo desde que partí, y que parece que estaba esperándome para partir.

Y lloro, remarcándome sin señales tanto mi debilidad como la pesadez de la certeza de que todo está tal y como lo dejé al marchar, incluyendo mi torpe razón y mi débil espíritu.

A ti te amo por el futuro que me estás brindando.
A ti te amo por el pasado que me dedicaste.

Saluda a ya sabes quién cuando la veas.
Buen viaje, amigo mío.

2.7.09

Postal desde Tokelau IV: Noelia's returns


Así se divertía la muchachada antiguamente en Atafu.


Es injusto pensar que mi propósito de redención y renovación se queda en estas postales que te hago llegar. Injusto por lo escueto. Y no por ello falto de intención y determinación.

Acostumbrada ya al estruendoso silencio de estos pocos metros cuadrados del borde del mundo empiezo a recoger los sonidos que se fueron quedando atrás, allí abajo, ocultos tras años y años de raciocinio y paso del tiempo. Nada contra Cronos. Afortunadamente aquí no me faltan ni la lluvia para lavar el ánimo ni la sal para curar y cerrar.

Rejuvenezco al tiempo que maduro. Recojo las hebras perdidas de mis vidas pasadas y me doy cuenta de las cosas que han quedado sin atar, los deseos sin cumplir, los destinos no apuntados, la tinta mal vertida, los dolores mal curados. Y empiezo a hacerme pulseras alegres con todas y cada una de esas hebras recién cogidas de mi memoria. Ahora que tengo bonitas cuentas de colores, caracolas, piedrecitas brillantes y lineas de polvo de estrellas. Con eso, creo que tendré pulseras y collares para todos cuando vuelva. Cuando vuelva.

Momento Revival: las noches de Noelia. Perder hasta tres kilos a base de garrulaceas y mal paridas coreografías de finales de los 90 con un Blue Tropic con 7up o un Malibú con Piña -como mucho- en una hortera discoteca subterránea -hoy meterían en Guantánamo al arquitecto-.

La Noelia. La última vez que pisé allí sufrí un shock amnésico durante el cual me comentaron que me vieron peleando a garra y mechón con dos chonis mas grandes que yo. A día de hoy sigo sin creerlo ... y sin recordarlo. Lo que si recuerdo es la fiesta privada de fin de curso que organizamos unos pocos y que, por mi condición de inocente extraterrestre, acabé desnudando publicamente al "quarterback" de la clase sin rubor alguno -propio de quien vive sin saber lo que hace- para regocijo de mi memoria y envidias de las demás presentes.

La Noelia. Con la perspectiva del tiempo me doy cuenta de la suerte que he tenido por poder seguir creando frases completas. Sujeto, verbo, predicado. No mucho más. Pero he tenido suerte habiendo pasado la adolescencia metida en la Noelia... y aún cuando tengo el alma llena de brisa marina puedo evocar el pegajoso hedor de la máquina de humo, de Gala, Ecuador y un Ricky Martín que aún no era gay -ah, que sigue sin ...?-.

Supongo que el tiempo pasa para todos. Afortunadamente en estos casos.

Y ahora que (re)caigo, una camiseta top verde lima, unos vaqueros morados y unos plataformas azules -qué daño hicieron las de la Beckham- que acompañaban a unas gafas y a un cabello de colores era el uniforme habitual de mis noches de Noelia.

Afortunadamente el tiempo pasa. Gracias al Dios del Volcán.
Me vuelvo a la playa a lavarme la cara, a ver si se me pasa el susto.



26.6.09

Postal desde Tokelau III : El rey de los monos




Andaba yo esta mañana pensativa sobre una roca en el rompeolas de Te puka i mua cuando me ha llegado el bongograma del Oeste con una noticia rara, triste y melancólica: ha muerto el rey del pop, Jacko para los amigos. Pobre Bubbles. Y no es que yo tuviera una relación fuerte con el Señor White or White, pero son muchos los recuerdos de mi infancia y adolescencia que tienen que ver con él... y ahí me he quedado yo, sentada en mi roca, acordándome de alguna actuación del colegio donde jugabamos a imitar el baile de los zombies de Thriller, de la camiseta del Dangerouse que a mi primer amor platónico le encantaba llevar y que nunca se dió cuenta de lo mucho que llegó a gustarme esa camiseta, de lo mucho que podía llegar a levantarme el ánimo escuchar la otrora oscura e infantil voz de los Jackson 5....

Y creo que hoy me voy a quedar todo el día aquí, con mi sombrero de paja y mi corazón de arena, encaramada a mi resbaladiza fortaleza de la soledad, esperando que sea todo otra de esas conspiraciones elvispresleyranas, hoy que seguro nadie quiere recordar lo malo del rey de los monos, ahora que el icono ha dejado paso al mito...




19.6.09

Postal desde Tokelau II: el mono de la calle de atrás



Esto de andar entre cocoteros a greñas y con mil soles entre las uñas es, cada vez más, esclarecedor. Como esos pocos segundos que se tardan en acostumbrar los ojos a la luz tras un rato a la sombra, pero supeditado a la supervivencia de los sentidos en este infierno paradisíaco que resulta este reducto del pacífico.

Tumanu ya no viene por aquí por algo de las maldiciones y porque vine a manifestar mis propiedades corporales femeninas mensuales estando en la laguna de pesca con él y se conoce que no estaba muy ducho en esos lares, por lo que me dicen que está encerrado en el templo, venga orar, venga orar... En su lugar vienen Orama -con r- y Manai, "féminas" ambas, y se pasan la mitad del tiempo intentando aplicarme emplastos que servirían de goma2 en cualquier otro rincón del mundo.

Desde que estoy aquí me he centrado en lo más básico: comer, dormir y ver episodios de Lost. Y luego las cosas secundarias vienen solas. He aprendido a no sufrir por matar bichos o bestias pequeñas -que luego me dan asco y siempre acabo comiendo coco a la brasa- y a que no me importe que no se lean los cds a excepción del Backstreet's Back soportando así el castigo divino del Dios del Volcán del buen gusto.
Haría un sacrificio para calmarlo, pero me temo que no tengo rubias a mano, vírgenes, al menos.

Y luego está el jodido mono. He domesticao un mono. No es como un gato, que le echas de comer, viene, se lo come y se larga; el mono -un orangután hembra por cierto-, Waiata, le echas de comer, viene, se lo come y se queda para comerse también los muebles y desparasitarse sobre el portatil. Y no tengo el antivirus para muchas fiestas. Lo bueno que tiene es que lo estoy adiestrando para recoger cocos, papayas y poco más. Lo mano que tiene es que si recoge 10 se come 35. Pero algo llega. El me enseña a desparasitarme y subirme a las palmeras sin despeinarme y yo le enseño a pintarse las uñas de los pies y bailar el It's Not Unusual como Carlton, que le sirve seguro en las próximas fiestas del pueblo.

Lo cierto es que me encuentro mejor. Por las noches tengo tiempo para prácticar con la tableta gráfica, para leer más o intentar escribir mejor... Por lo pronto ya duermo bien. Gracias al gurú de la tribu del puerto deportivo de la isla que me tiró el bromacepán y el orfidal al mar y me recetó un licor de hiervas que viene de miedo para antes de dormir. Sospecho que lleva alcohol, pero tras varios Bandos de la Huerta, el alcohol isleño apenas hace de advenediza Fanta Zero.

Empiezo a entender esto de vivir en una isla desierta. Pero salvando que esto no son islas, ni estan desiertas, pero el concepto es el concepto. Más o menos es como vivir en el almacén de Ikea pero sin llaves de allen y moscas como autobuses; y que la comida es mejor, pero eso tampoco tiene mérito. En el fondo de la botella encontrarás, además de esta postal, mis más sinceros saludos y una pizca de la mala ostia del dios del Volcán.




15.6.09

Esta llegando

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Así que ya estas aquí. Bueno, casi. Estás llegando.
Tranquila, dormilona y a tu paso, pero estas en ello.
No sé de qué me sorprendo, conociéndonos como nos conocemos.
Te prometes alta, sonrisa brillante y perpetua, tus ricitos oscuros.
Y esta es la tarde de la mañana que te ha dado por venir,
así, antes de tiempo y después de la cuenta.

Eres la primera, pequeña, y así serás tratada.
Tu bisabuela te espera, sentada en su trono,
al fondo de la gran sala, templados los nervios,
consciente de todo y sobre todos, y yo con estos pelos.

Eres la primera, pequeña, y así te querremos.
Porque te estas haciendo de rogar, puñetera,
y suerte de la paciencia de tu santa madre,
que siempre parece que no va con ella,
que sonríe estando tan cansada
mientras cuelga unas cortinas de colores,
y que se las estas haciendo pasar perras, niñata.

Espero que te quedes con mi cara, pequeña,
porque yo seré la que te cubra de estrellitas,
la que te lea esos libros de hadas,
y te disfrace de pirata con los pantalones de tu padre.
De todas tus "titas", esa a la que verás poco, la "loca".

Bienvenida, pequeña,
porque hace calor, y hay crisis y hay un presidente negro,
y dejan salir por la tele a Dani Martín y a la Pantoja,
pero haremos lo posible para que no te des cuenta... todavía.


12.6.09

Postal desde Tokelau I




Hola, qué tal va todo por ahí?
Te mando esta postal desde Atafu aunque en realidad estoy en Nukunonu pero he tenido que coger la balsa porque aquí no hay estafeta.
Aunque llegué hace unos días todavía estoy intentando afianzarme porque me esta costando lo mio. Yo pensaba que venirme a un atolón del pacífico me simplificaría la vida y ha sido justo al revés. No tengo tiempo para nada, mis libros se arrugan con las tormentas tropicales y anoche los gorilas me jodieron el generador eléctrico con lo que el dvd tampoco funciona.

Aquí vivo en una choza situada sobre la costa -madera, junco y poco más por todas partes-, cerca del puerto de los nativos. Hay un muchacho nativo que hace las veces de guía, Tumanu, pero le llamo Teo porque cuando me enseña algo me recuerda al niño ese de los cuentos infantiles.

No es que sean muy hospitalarios estos nativos, la verdad. Entre las maldiciones por mi pelo rubio y mi blanquecina piel, los descojones porque no pesco una mierda y lo de los gorilas que me roban por la noche -¿porque nadie me dijo que había gorilas aquí, joder?- esto es, en general, bastante frustrante. Lo bueno es que me los estoy ganando con pases de la colección en dvd de La dama de Rosa, Topacio y Betty la Fea, que se conoce que a esta gente le están gustando los culebrones por entregas. Si se me ponen tontos y se niegan a invitarme a su fiesta Luau de la próxima luna, les meto Pasión de Gavilanes. Viniendo del país del tomate, yo ya soy inmune, pero esta gente no. Con algo de suerte me dan tierras a cambio de algún spoiler de Lost.


Espero que por allí vaya todo un poco mejor que cuando me fui, que Verónika triunfe en su exposición de pintura, que Toro y Justiniano hayan conseguido algo con la panadera, que Ego encuentre su agujero de gusano entre Murcia y Delfos. Que el resto sigan tan bien como siempre.


En fin, me despido ya que estoy viendo a un par de viejas -nativas de teturcias a la altura del ombligo pero viejas cotillas y puñeteras como las hay en todas partes- que están toqueteando mi balsa y es lo que me faltaba ya hoy, no poder volver a mi choza y tener que dormir al relente. Menos mal que siempre llevo encima el ipod -a carga solar- y con ponerles el Antichrist Superstar, los tengo un rato postrados y rezando al dios del Volcán.
Tofaa!

Pd: Hoy no ha sido un buen día. Me he enterado de que Kim Manners, uno de los mejores directores de la televisión de ciencia ficción de los últimos tiempos, murió allá por enero. Pero supongo que eso es, como tantas otras cosas, algo que solo me entristece a mi en toda esta isla y posiblemente el resto del universo -incluyendo todos los multiversos-.