Harta razón lleva Toro cuando me filtra al alma eso de "todos tenemos días de esos".
Por eso hoy me lié el burka a la cabeza y recorrí el desierto para robarle un beso a la luz de mi vida. Me reí al verlo: maullaba y me alargaba, brazo inhiesto, una rosa de jardín.
Todos tenemos días de esos. Días de ladrar. Días de maullar.
Eso si, no todos los perros se quejan y no todos los gatos viven bien.
O si no, que se lo digan al Señor Gato, que vive entre la carnicería y el parque de Santa Isabel.
O al Señor Gato Irlandés, que paseaba esta mañana a lomos de su domesticado trotamundos como si del loro de un viejo pirata se tratara...
(C) Duckland, 12/12/08, La Ñora
Prometo no volver a quejarme, Toro, no sea que se vuelvan de plástico mis horizontes (sic).
1 viajeros:
Seguro que tus horizontes son reales.
Besos.
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