Así es la vida, a la que te descuidas te toca bañar a un gato.
Eso de que para realizarte como persona debes escribir un libro, plantar un arbol y tener un hijo es falso. Yo ya he hecho todas esas cosas (quien dice hijo dice ajeno y/o de otras especie) y no se pueden comparar con la experiencia catártica de bañar a un gato. Todo lo que os cuenten es mera coincidencia.
Y pensar que hay gente que se dedica a eso profesionalmente...
3 viajeros:
Dentro de cada gato hay un diablo... o varios, tu fíjate en los ojos y ahora dime que no es cierto.
Besos.
La mia no se deja. No hay forma. La tía se espatarra y no sé cómo se las arregla pero al final no toca el agua la jodia... así está, asilvestrá...
Besicos.
Mi gato adora el agua. De pequeño, se tiraba a bucear a la bañera cuando la estaba llenando.
Sí, doy fe de que se trata de un gato.
Un (b)eso verídico
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