Multicolor,
hirviente,
hiriente.
Mi sangre es invencible
y me derrota
y me pervierte
y me retuerce
y me señala
¿Es eso todo?
¿Era eso?
¿Nada más?
Pronto la vuelvo a retar,
tijera en mano,
piedra de afilar.
No dejar prisioneros.
Pobres de aquellos
que en su día repudiaron!
No volváis pacificadores
ni benditos.
No enseñéis la otra mejilla
a la vuelta de la esquina.
Porque os la arrancaré.
Morderé la carne.
Beberé la hiel.
Y no tendré la culpa.
Mi sangre no perdona
y, de hacerlo, nunca olvida.
2 viajeros:
La mía tampoco.
Está siempre alerta.
Besos.
Suena a historia de vampiros... con lo que me gustan a mi... mmmm
Mi sangre sí perdona, soy así de gilipollas. Tendría que nacer otra vez.
PD: Cuando sea persona otra vez te llamo. Besooo!
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