25.2.09

Fabula de la vieja y la cebolla



Una vieja fábula europea cuenta la historia de una vieja mujer que tenía un huerto muy hermoso.

La vieja cultivaba las hortalizas más brillantes y jugosas de todo el reino y en su huerto se contaban tomates, calabacines, cebollas, pepinos y berenjenas que crecían en demasía.

A su puerta llamaban niños hambrientos y madres desconsoladas que pedían solo aquello que le sobrara pero la vieja, egoísta y cruel, les negaba la más misera hoja de su vasto huerto.

Un día, estando entre las verduras, la vieja resbaló y murió. Como no había demostrado un solo acto de buena voluntad en toda su vida, los demonios la lanzaron directamente a la laguna del infierno pero su ángel de la guarda recordó que una vez, aquella vieja y odiosa mujer había dado una cebolla a un hambriento. Y con ese argumento acudió a Dios.


- Muy bien. Tiéndele la cebolla. Si consigue sostenerla y salir del infierno se habrá ganado la salvación. Si no, allí se quedará para siempre.


Así tendió el ángel la cebolla a la vieja mujer quien se agarró a ella con todas sus fuerzas. Y, tirando con toda delicadeza para no romper el mustio tallo, el ángel comenzó a sacar a la anciana.

Pero fue entonces cuando otras almas, que también yacían en el lago, vieron ascender a la vieja. Y, desesperados, se agarraron a sus faldas, a sus piernas y brazos, ascendiendo con ella hacia la salvación. Pero fue entonces cuando la vieja comenzó a patalear para liberarse de aquella carga inoportuna.


-Soltadme, malditos! Si tiráis de mi la cebolla se romperá! Buscaos vuestra propia cebolla!


Y tanto esfuerzo puso por librarse de esas almas que la cebolla se rompió y el lago se tragó todas las almas llevando hasta el fondo y para siempre el alma de la egoísta vieja .


*-*-*


Existe hoy una persona en este mundo que está apunto de dejarlo y anda buscando su propia cebolla. Para ser un familiar debo decir amargamente que no encuentro nada para tenderle que le sirva de ayuda salvo un antiguo café. Pero no alcanzo a adivinar de qué forma podría salvarse con eso, así que espero que su ángel tenga mejor memoria que yo.

3 viajeros:

Ego dijo...

Conocía la historia, pero en lugar de una vieja hablaba de un viejo borde que había de subir por una tela de araña.
La última frase de tu escrito lo dice todo.
Un (b)echo gordo

TORO SALVAJE dijo...

No hay cebollas para tanto egoísmo.
Ni ángeles suficientes.

Besos.

Veronika dijo...

Da igual que sea familiar o no, los lazos de sangre no unen por eso, lo que une a las personas es el amor y el respeto, nada más. Querría igual a mis padres aunque ahora mismo me enterara de que no llevo su sangre, así que...

Ánimo. Un besazo.