Pasén, pasen y vean.
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Pasén, pasen y vean.
Etiquetas: Fin
Y en estas estoy yo cuando me asaltan, intrépidos y sin avisar, sentimientos desgarrados de amor y odio, de asombro y admiración, de horrenda incredulidad... y si, de apatía generalizada y exenta de deudas propias y ajenas al comprobar que esta todo tal cual lo dejé cuando partí.
O casi, porque me encuentro que han dispuesto, más sin preguntar que sin mi permiso, casi siempre afable y consentido, un cambio ciertamente reseñable en mi vida, la que ahora me dispongo a retomar.
Y por eso, y por alguna que otra cosa más, me dejo ver llorando, sin saber qué decir y pensando en qué tipo de lámparas harán juego con las cortinas del que será mi nuevo hogar, en mi nueva situación, en un lugar distinto.
Y por eso, y por alguna que otra cosa menos, me escondo a llorar a un pequeño ser que se está alejando, patita a patita, moviendo los bigotes, destartalado por la edad y por su calidad de anciano de siete en siete.
Ha vivido mucho, bien y valientemente, mi gato mayor, aquel que precedió a todos los duendes de malas pulgas que ahora pueblan mi todavía hogar, nieto de valientes, hijo de amables, aquel que intentaba seguir jugando con una madre recién postrada a una orilla de un camino de tierra y que por algún motivo, entendió que no podía volver a jugar con ella y prefirió seguirme para esperar a jugar conmigo... Porque me dicen que lleva enfermo desde que partí, y que parece que estaba esperándome para partir.
Y lloro, remarcándome sin señales tanto mi debilidad como la pesadez de la certeza de que todo está tal y como lo dejé al marchar, incluyendo mi torpe razón y mi débil espíritu.
A ti te amo por el futuro que me estás brindando.
A ti te amo por el pasado que me dedicaste.
Saluda a ya sabes quién cuando la veas.
Buen viaje, amigo mío.
Etiquetas: Amigos, Ruta diaria
Es injusto pensar que mi propósito de redención y renovación se queda en estas postales que te hago llegar. Injusto por lo escueto. Y no por ello falto de intención y determinación.
Acostumbrada ya al estruendoso silencio de estos pocos metros cuadrados del borde del mundo empiezo a recoger los sonidos que se fueron quedando atrás, allí abajo, ocultos tras años y años de raciocinio y paso del tiempo. Nada contra Cronos. Afortunadamente aquí no me faltan ni la lluvia para lavar el ánimo ni la sal para curar y cerrar.
Rejuvenezco al tiempo que maduro. Recojo las hebras perdidas de mis vidas pasadas y me doy cuenta de las cosas que han quedado sin atar, los deseos sin cumplir, los destinos no apuntados, la tinta mal vertida, los dolores mal curados. Y empiezo a hacerme pulseras alegres con todas y cada una de esas hebras recién cogidas de mi memoria. Ahora que tengo bonitas cuentas de colores, caracolas, piedrecitas brillantes y lineas de polvo de estrellas. Con eso, creo que tendré pulseras y collares para todos cuando vuelva. Cuando vuelva.
Momento Revival: las noches de Noelia. Perder hasta tres kilos a base de garrulaceas y mal paridas coreografías de finales de los 90 con un Blue Tropic con 7up o un Malibú con Piña -como mucho- en una hortera discoteca subterránea -hoy meterían en Guantánamo al arquitecto-.
La Noelia. La última vez que pisé allí sufrí un shock amnésico durante el cual me comentaron que me vieron peleando a garra y mechón con dos chonis mas grandes que yo. A día de hoy sigo sin creerlo ... y sin recordarlo. Lo que si recuerdo es la fiesta privada de fin de curso que organizamos unos pocos y que, por mi condición de inocente extraterrestre, acabé desnudando publicamente al "quarterback" de la clase sin rubor alguno -propio de quien vive sin saber lo que hace- para regocijo de mi memoria y envidias de las demás presentes.
La Noelia. Con la perspectiva del tiempo me doy cuenta de la suerte que he tenido por poder seguir creando frases completas. Sujeto, verbo, predicado. No mucho más. Pero he tenido suerte habiendo pasado la adolescencia metida en la Noelia... y aún cuando tengo el alma llena de brisa marina puedo evocar el pegajoso hedor de la máquina de humo, de Gala, Ecuador y un Ricky Martín que aún no era gay -ah, que sigue sin ...?-.
Supongo que el tiempo pasa para todos. Afortunadamente en estos casos.
Y ahora que (re)caigo, una camiseta top verde lima, unos vaqueros morados y unos plataformas azules -qué daño hicieron las de la Beckham- que acompañaban a unas gafas y a un cabello de colores era el uniforme habitual de mis noches de Noelia.
Afortunadamente el tiempo pasa. Gracias al Dios del Volcán.
Me vuelvo a la playa a lavarme la cara, a ver si se me pasa el susto.
Y creo que hoy me voy a quedar todo el día aquí, con mi sombrero de paja y mi corazón de arena, encaramada a mi resbaladiza fortaleza de la soledad, esperando que sea todo otra de esas conspiraciones elvispresleyranas, hoy que seguro nadie quiere recordar lo malo del rey de los monos, ahora que el icono ha dejado paso al mito...
Etiquetas: Actualidad, Guiños, Postal
Esto de andar entre cocoteros a greñas y con mil soles entre las uñas es, cada vez más, esclarecedor. Como esos pocos segundos que se tardan en acostumbrar los ojos a la luz tras un rato a la sombra, pero supeditado a la supervivencia de los sentidos en este infierno paradisíaco que resulta este reducto del pacífico.
Tumanu ya no viene por aquí por algo de las maldiciones y porque vine a manifestar mis propiedades corporales femeninas mensuales estando en la laguna de pesca con él y se conoce que no estaba muy ducho en esos lares, por lo que me dicen que está encerrado en el templo, venga orar, venga orar... En su lugar vienen Orama -con r- y Manai, "féminas" ambas, y se pasan la mitad del tiempo intentando aplicarme emplastos que servirían de goma2 en cualquier otro rincón del mundo.
Desde que estoy aquí me he centrado en lo más básico: comer, dormir y ver episodios de Lost. Y luego las cosas secundarias vienen solas. He aprendido a no sufrir por matar bichos o bestias pequeñas -que luego me dan asco y siempre acabo comiendo coco a la brasa- y a que no me importe que no se lean los cds a excepción del Backstreet's Back soportando así el castigo divino del Dios del Volcán del buen gusto.
Haría un sacrificio para calmarlo, pero me temo que no tengo rubias a mano, vírgenes, al menos.
Y luego está el jodido mono. He domesticao un mono. No es como un gato, que le echas de comer, viene, se lo come y se larga; el mono -un orangután hembra por cierto-, Waiata, le echas de comer, viene, se lo come y se queda para comerse también los muebles y desparasitarse sobre el portatil. Y no tengo el antivirus para muchas fiestas. Lo bueno que tiene es que lo estoy adiestrando para recoger cocos, papayas y poco más. Lo mano que tiene es que si recoge 10 se come 35. Pero algo llega. El me enseña a desparasitarme y subirme a las palmeras sin despeinarme y yo le enseño a pintarse las uñas de los pies y bailar el It's Not Unusual como Carlton, que le sirve seguro en las próximas fiestas del pueblo.
Lo cierto es que me encuentro mejor. Por las noches tengo tiempo para prácticar con la tableta gráfica, para leer más o intentar escribir mejor... Por lo pronto ya duermo bien. Gracias al gurú de la tribu del puerto deportivo de la isla que me tiró el bromacepán y el orfidal al mar y me recetó un licor de hiervas que viene de miedo para antes de dormir. Sospecho que lleva alcohol, pero tras varios Bandos de la Huerta, el alcohol isleño apenas hace de advenediza Fanta Zero.
Así que ya estas aquí. Bueno, casi. Estás llegando.
Tranquila, dormilona y a tu paso, pero estas en ello.
No sé de qué me sorprendo, conociéndonos como nos conocemos.
Te prometes alta, sonrisa brillante y perpetua, tus ricitos oscuros.
Y esta es la tarde de la mañana que te ha dado por venir,
así, antes de tiempo y después de la cuenta.
Eres la primera, pequeña, y así serás tratada.
Tu bisabuela te espera, sentada en su trono,
al fondo de la gran sala, templados los nervios,
consciente de todo y sobre todos, y yo con estos pelos.
Eres la primera, pequeña, y así te querremos.
Porque te estas haciendo de rogar, puñetera,
y suerte de la paciencia de tu santa madre,
que siempre parece que no va con ella,
que sonríe estando tan cansada
mientras cuelga unas cortinas de colores,
y que se las estas haciendo pasar perras, niñata.
Espero que te quedes con mi cara, pequeña,
porque yo seré la que te cubra de estrellitas,
la que te lea esos libros de hadas,
y te disfrace de pirata con los pantalones de tu padre.
De todas tus "titas", esa a la que verás poco, la "loca".
Bienvenida, pequeña,
porque hace calor, y hay crisis y hay un presidente negro,
y dejan salir por la tele a Dani Martín y a la Pantoja,
pero haremos lo posible para que no te des cuenta... todavía.
Etiquetas: Amigos
Etiquetas: Guiños, Ruta diaria
De este agotamiento es ejemplo este blog, abierto meses atrás y aún sin oler ni de lejos el nivel que yo esperaba. Esta es la entrada nº 100 y necesito un descanso de todo.
Me quedo leyendo Mondo Lirondo, de La Penya, My brain is hanging upside down, de David Heatley o Nadie es más de aquí que tu, de Miranda July, este último delicioso libro de relatos escrito por una señorita que bien parece una poupee de porcelana y que sólo por eso merece un poco de atención.
Etiquetas: Cine, Cómic, Desvios (in)oportunos, Música
Etiquetas: Actualidad, Viajes
El voto chorizo. Bien. Ojalá sea un movimiento de masas.
El avión que desaparece en el atlántico. Mal. Ojalá sea una campaña de Lost.
Internet va a pedales. Me duele la vida de pensar cada vez menos, cada vez peor, cada vez más de lo que aquí en vez de lo que allí; de estar tanto tiempo en la postura de jota que implica mi trabajo, ora rodando, ora sin rodar. Escucho en un informativo de radio a una compañera de carrera que es ciega. Odio no poder decir en voz alta que no la recuerdo como una persona ejemplar, precisamente. "Si tuviera una pata de palo sería más feliz porque nadie esperaría de mi nada más que llevar traje y corbata", que decía Mulder. Odio a mis compañeras de trabajo. Soy su futura jefa -espero-. Y las odio. También odio a los señores sudorosos y maleducados que llegan a mi comercio con la camisa abierta hasta el ombligo, recordándome el aburguesado y victoriano dibujo de Furillo.
Día tonto. Ocurrencias sin importancia para una existencia sin importancia. Mediocre, es la palabra. Trivial y sin la relevancia que mi pasado me había pintado hasta que llegó un día y me metió el dedo en la nariz por no señalar cualquiera de "las cuatro vías" de Jodoroswky.
Día tonto. Pero ciertamente y gracias a estas pequeñas cosas, tonto y divertido.
Creo que me iré a la playa esta noche, ya sea para imitar a Justiniano imitando a náufragos o para buscar a los náufragos del avión pérdido.
Etiquetas: Actualidad, Desvaríos
Etiquetas: Actualidad, Música
La maldición de la doble malta,
y el orfidal olvidado en la mesita del cineasta.
Ya no me hace tanta gracia Tara,
ni tu sofá,
ni el Warwick que me presentaste
cuando no tenía ni idea,
una idea atrás,
de lo que era un Warwick.
Y no, no te consiento que me culpes por ello.
Busco los caminos en un plano,
encontrando siempre las de otros,
nunca las mías,
nunca las mías.
Y aun cuándo me brindas nueva vida,
dulce y verde y cálida,
sigo sin entender la que tengo.
Que no soy de aquí,
que no pertenezco,
que nunca lo entiendo,
que la aborrezco si miro atrás,
por exceso y por defecto,
y no, no te tolero que me reprendas por ello.
Que te lloré el jodido suelo,
que perdiste las llaves,
que soñé que dormía,
que me buscas los ojos,
que me prendes el alma,
pero que no, que no puedo permitírtelo.
Gracias, amor mío,
porque el límite anda cerca,
de no dormir,
de no soñar,
de no tener tiempo más que para ser y poco más
y no tengo bastante,
porque rezo por tenerlo para perderlo,
y llenarme otra vez de magia
y llenarme otra vez de viento
y llenarme otra vez de mi
y llenarme otra vez de ti.
Gracias, amor mío,
por dejarme llorar tu suelo,
y no dejarme sola,
aislada en eso que nunca entiendo,
que nunca puedo explicar bien,
aunque tu digas que me entiendes
y sonrías sin apartar la cara,
ni las manos, ni los ojos,
ni la luz que me revela a esa nueva vida.
Etiquetas: Desvaríos, Literatura
Esta mañana me he encontrao con un Cinemanía del año pasao con un Christian Bale en cueros en la portada... y al final, más allá de un quiz de superhéroes bastante facilón -todo sea dicho de paso-, esta tira de Paco Alcázar, padre del nuevo mesías del siglo XXI, Silvio José Pereda.
El lunes regalamos a mi madre un motocultor envuelto en papel de regalo rosa de princesas disney.
El martes acabé el día subida a un recogeguindas a ocho metros de altura.
El miércoles y debido a muchas horas de insomnio exploté en la delegación de hacienda y todo se volvió confuso y azul.
El jueves me salieron callos en los dedos restaurando una estantería que se me cayó encima previamente.
El viernes... el viernes me ha despertado mi gato empeñado en subirse al tejado desde mi cama pegándome bocaos en las orejas. También he bailado la conga de la garrapata alrededor de la mesa de la cocina con mi hermano y mi madre. Nada como encontrar una garrapata en un zapato para tener algo de diversión improvisada. Y sólo llevo medio día.
Entremedias rompí el parabrisas de mi coche, tiré a mi padre vestido a la piscina, vi el final de Perdidos, crackeé un programa para el "ingeniero" de mi hermano, descubrí un portal espacio-tiempo en el jardín e intenté meter al perro en la lavadora viendo sabía nadar en la piscina.
Ah, si, y estuve entrenando un gato chino para presentarlo a nuevos castings de anuncios.
No tengo tiempo para inspiraciones, cuentos y poesía, joder!! No tengo tiempo!!
ains...
Ayer le soltaba la mano al mundo Mario Benedetti, y el mundo ahora mira alrededor sin saber muy bien cómo amará a partir de ahora.
Como si un Cortazar se dedicara sólamente a amar, como si un Neruda o un Darío se dedicaran a inventar, así me recuerda a mi las veces vencidas a mi propia arrogancia y llevada por su verso... Poco más puedo yo decir, porque no soy quien ni lo merezco.
Viceversa
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
Bienvenida
Etiquetas: Actualidad, Literatura, Poesía
Soy fosca. Eso es así. Un retaco vestido de negro con las uñas de colores escondida tras unas gafas y un chichón en la barbilla tras "La Gran Caída". Así soy yo. La mancha oscura que se ve en aquella ventana.
Tengo 15 años y una carpeta llena de recortes de un tipo que nadie sabe quién es. El de Expediente X, digo; no me gusta dar explicaciones. Por lo visto sólo yo veo esa serie. Tampoco conozco a nadie que compre cintas de vídeo para grabar, catalogar y conservar cada episodio emitido. ¿Qué puedo decir? Me gustan esos misterios oscuros y sus dialogos me parecen inspiradores para las neuronas... no como eso de 90210 Sensación de Vivir...
No tengo muchos amigos. A decir verdad, algunos me tienen a mi, pero no me caen demasiado bien. Durante los recreos del insti me pierdo -por no decir que me escondo- por los oscuros pasillos de la azotea y agoto el tiempo dibujando y escribiendo. Estar sola en un sitio así me hace escribir bastante y creo que bastante bueno. Es todo muy tranquilo y triste.
Ahora no se dice fosco. Tampoco he oído hablar de los Emos o los Góticos. Y aunque no me gustó The Raven por lo ñoño si que me gusta Tim Burton.
Ojala supiera fingir que me gusta estar con la gente, disfrutar de charlas intrascendentes, fingirme atraída por tal o cual niñato, poder interesarme por Dicaprios, Pitts o Backstreets varios... pero prefiero estar sola y escribir.
Ahora no tengo 15. Ya no llevo gafas. He aprendido a fingir. Tengo amigos. Pero me sigo escondiendo -por no decir evadiendo- y me sigue gustando Tim Burton. Si, muy manido, lo sé. Pero me sigue pareciendo delicioso el resquicio de inocencia que brilla en la más esperpéntica y bizarra oscuridad que envuelve a sus personajes más personales. Canten o no.
Pero no es que sea fosca. Es que me parece mucho más sugestivo buscar la luz en el lugar más oscuro que conformar los ojos con los arcoiris de papel maché de los que jamás la han experimentado.
Stainboy (episodio 1) - Tim Burton
Frankenweenie (parte 1/3) - Tim Burton
AnGsT - Aniboom (que no, que no es de Burton)
... y porque el sábado me llevó a una Jam Session -músicos tocando Jazz improvisando e incorporando a tocar a cualquiera que lo pida- y reconocí una canción que me llevó a otra y de ahí a John Coltrane.
Mis cosas favoritas son pequeñas, algunas oscuras y con pelos -ejem-, otras con colores y plumas, pequeñas, insignificantes y divertidas, como las piedrecitas de colores que forman un mosaico curioso y aparentemente de un arte menor. Esas son mis cosas favoritas.
IROS
TODOS
A LA MIERDA.
Etiquetas: Desvaríos
Porque hay cosas que siguen poniéndome los pelos de punta.
Porque me escapo del trabajo y llego tarde sin que nadie se de cuenta.
Porque no pensé que un lunes sería un mejor día de mi vida.
Ando cabizbaja y pensativa, introspectiva y gatuna, lamentándome por el devenir de las cosas y, así, de repente, The Lost Fingers.
Extraido de no sé dónde os cito:
"En un ejercicio de saber musical unido a un agudo sentido del humor, este grupo de Quebec hacen un homenaje a los años 80 con el swing gitano del estilo "jazz manouche" inspirado por Django Reinhardt, y que ha culminado con la publicación de su álbum de debut "Lost in the 80's", lanzado en 2008.
En el disco suenan canciones de Technotronic (Pump Up the Jam), Bon Jovi (You Give Love a Bad Name), AC/DC (You Shook Me All Night Long), Samantha Fox (Touch Me), Stevie Wonder (Part-Time Lover)... "
Zas! En toda la boca!
Un gran guiño de buen gusto, a mi parecer. Y más sabiendo que son de Quebec -que son unos cachondos decimonónicos ellos-.
Lo dicho; dado que todo alrededor resulta ser bastante deprimente y poco o nada podemos hacer ante semejante desprospósito actual, yo voto por cuidar los detalles que nos hagan los minutos un poco más amables, más simpáticos empezando desde ya a desear un bonito, tranquilo y evasivo fin de semana.
Lo intenté una segunda vez ya en condiciones, con mis lápices y mis pinceles específicos. Y la volví a cagar.
Finalmente me decanto por mi viejo amigo flash, no utilizado en años, en una versión del siglo pasado y sin recordar ya cómo se aplicaban la mayoría de los efectos. Ni hablamos ya de aquellos degradados y animaciones que me valieron aquella segunda y última matrícula de honor.
Y esto es lo que hay. Mi John Locke.
Y ya que estoy con la morriña de mi viejo flash, dejo aquí constancia de mis últimas parrandas en clave de X sólo comprensibles para mentes enfermas y adoradores de satán.
Etiquetas: Creaciones
Tuerceculos: me he tirao a la piscina con la ropa puesta. Así inauguro yo el verano.
Luego me he vuelto a meter para recuperar las gafas, que es otra costumbre mía.
Tuerceculos porque la crisis es una jodienda, esto es así.
Me siento culpable por trabajar, por el sueldo que tengo, porque me han encargao ser la representante de mi empresa en un viaje de incentivos a Budapest -Mahala Räi Banda en las orejas, que son de Bucarest, que no es lo mismo, pero que viene a ser igual-.
Tuerceculos porque andaba yo emborrachándome en el callejón de las putas con Mama Ladilla y él antes que escuchar un solo acorde de Russian Red -me niego a buscar un link-. Que me siento culpable, pero no por no ver Russian Red, o por querer verle las bragas a las coristas gemelas de Duffy, que me siento culpable por la crisis. Que los banqueros de Murcia son todos unos hijos de puta, pero no los de las cajas, sino los que tienen su nombre encima de la mesa y la secretaria debajo.
Tuerceculos, por Los Ultimos Bañistas. Tuerceculos porque se llevaron al concierto a un abuelo octogenario que llevaba el pelo engominao y aguantó más que yo -yendo sin tacones-.
Tuerceculos, porque voy a hablar con ingenieros y concejales con mi camisetica de Nick Cave que compré yendo más ciega que las piedras en el SOS y se les queda cara de "¿Esta será una boyer hevorra o solo un poquico cascuda-garrula así, como son las zagalas de este pueblo?"
Tuerceculos porque ando dibujando a John Locke, porque un viejo amigo me dijo que cualquier dibujante que se precie tiene que tener propia creación de John Locke, y aunque ya no tengo destreza ni talento, dibujar sigue siendo lo más parecido a una vocación que haya tenido -junto con chuparme los codos, pero eso tampoco me sale bien-.
Tuerceculos porque si, porque me debato entre lo trivial y lo incómodo, entre lo superfluo y lo necesario. Porque jodido es no tener trabajo, pero más jodido es tenerlo y que no te paguen. Y gracias, claro.
Pero esta mañana me lanzan a la cara el oscuro dialogo entre Martin Ipuldestrin (andneverdrimwhenrein) Landau y el jugoso hierático Fox Mulder en aquel emulador de película cuya historia cuenta con una descripción peliagudamente cercana a la difusión vírica que ahora nos ocupa -mundialmente hablando-. Todavía tendrá la culpa Bin Laden.
Etiquetas: Actualidad, Cine, Internet
Vuelvo, o no, tras varios lustros.
De no pensar, de romper, de los "y si" sin hacer.
Nadie entiende que me duela haber roto mi varita,
la que encontré en el chinorri mágico y la otra.
Salgo un momento con el pegamento, ahora vengo.
Ya. Un mal pegamento, del que usaba en el colegio,
dónde no me parecían guapos los niños guapos
ni me parecían malos los niños malos.
Y ya entonces empezaba a tener problemas...
Sorvo, estornudo, y olisqueo.
Vuelvo a lanzar el ratón por encima de mi cabeza,
muevo los bigotes y no de hambre,
muevo las orejas y no de expectación.
No termino de encontrarme,
no termina de pegarse
y nunca termina de acabar
esta cosa que siempre queda
que no me deja
que no se olvida
que no descansa de mi
Pero me sorprendo olvidándola
y me golpeas de golpe
de repente me reprendes
y me sonrío sin que me veas.
Qué suerte tengo,
que ya te tengo,
que no tengo que dolerme las noches
ni escribirme las heridas,
que suerte de mar
el tuyo que me crea
Ya. Ya funciona la varita.
La mágica y la otra.
Y aunque no termine de escribirte
aun sigo buscándote palabras,
pero de las mágicas.
Etiquetas: Desvaríos, Literatura
La alergia me lleva frita. Sobrevivo arrastrándome entre películas de los Cohen descafeinadas y relatos de Alan y Allen. Y mi dosis de absurdo, sin la que ya no puedo pasar... la banda sonora de mi trabajo de la mano de los Eagles of Death Metal.
Si sobrevivo a esta puñetera primavera, volveré para fustigarme por tanta tontería.
Etiquetas: Desvaríos, Fotografía, Gatos
Etiquetas: Biodraminas, Cine, Internet
Etiquetas: Amigos, Desvaríos, Literatura
Si hubiera quedao ahí, tendría un pase, pero el caso es, que me lío, que Charlton Ben-Hur Heston con la voz en dual de Rafael Navarro, con corona de papel en la cabeza y un cubata en la mano se ha tirao toda la noche dándome la murga para encomendarme una misión ligeramente confusa: ceder todos mis bienes a cierta asociación y dedicarme a la causa de Stephen Kinkigard, el rey del ahorro.
Así que, como ando falta de referencias y me aburro, he pensao en hacerle caso. Total, me viene bien por las tardes.
Etiquetas: Bizarrerío, Desvaríos, Internet
(C) Duckland, 08/04/09
Etiquetas: Desvaríos, Fotografía, Gatos
Apenas un par de kilómetros, carretera y poco más.
Del trabajo a casa.
De casa al trabajo.
Lo curioso es que nunca acaba por llegar.
En algún momento se detuvo.
Y ahora no termina de llegar.
Al principio se sintió aliviado,
no más trabajar, no más regañar.
Una bruma densa y húmeda,
como un manto de extraño mercurio,
cubre todo alrededor,
apenas un par de kilómetros, carretera y poco más.
Nunca se le acaba el combustible,
sólo acaba el camino y vuelve a empezar.
parar a descubrir lo que nunca se ve,
acostarse bajo un árbol,
respirar pacíficamente entre la niebla.
Pero pronto se aburrió de respirar.
No había cielo
Nunca tiene hambre, sed o sueño,
sólo conduce el camino y vuelve a empezar.
hogares vacíos en los que curiosear,
un voyeur sin más ocupación,
cajones, armarios, secretos revueltos.
Unas dos o tres casas a cada paso, y nada más allá.
Pronto o tarde se aburrió.
Nada cambiaba, no había quien lo hiciera.
Pensó en asaltar la taberna,
perverso, canalla, amoral,
sin castigo se ofrecía ya el mal.
Fumó, devoró, acogotó su cuerpo con alcohol
y nada lo sació.
Se volvió loco, grito, saltó.
Desgarró cristales, destrozó metal.
Pero nada cambiaba, no había quien lo hiciera.
De modo que decidió salir
para no volver a entrar.
Ni siquiera el mal lo acomodaba ya.
No había infierno
Intentó prender con fuego,
inundar su carretera,
desmontar su vehículo,
destrozar su cuerpo.
Pero no podía y nada cambiaba.
No había quien lo hiciera.
Se cansó de actuar.
Se cansó de pensar.
Se cansó de ser.
Está solo y conduce entre la niebla.
Apenas un par de kilómetros, carretera y poco más.
Del trabajo a casa.
De casa al trabajo.
Y lo curioso es que nunca acaba por llegar.
Etiquetas: Literatura, Relato
Alergias aparte, la morriña se planta,
recostada bajo un cerezo en flor
que el huerto de mi abuelo acoge,
me quedo pensando que duermo.
Sencillo y pobre Siddharta, venida menos,
que a mi acude un conejo mago,
uno, solo, y por casualidad.
Se me queda mirando aburrido, husmea,
recorta la hierba a mi alrededor,
con un libro en la cabeza me pega.
Conejo del demonio!
Ya se marcha, el puñetero,
me duele el chichón
así, sin venir a cuento,
se revuelve, acusador y se esfuma.
Creo que me ha oído,
haré que pienso que duermo.
Siento una pata en la cabeza,
familiar, curiosa, sucia.
Un gato vestido de verde
¿Nos conocemos?
No, bueno si, pero no, es ella.
Me cuenta que es feliz,
que soy demasiado blanda,
que vigile a su nieto,
Después, me parece normal,
y que va arrastrando la mohosa,
la cenizosa barredora voladora.
Bajo el cerezo de mi abuelo
me quedé dormida un martes,
cuando mentí para no ir a trabajar
y me quedé leyendo un libro.
Y parece una tontería pero si,
tengo barro en la cabeza,
pelos en el jersey,
pétalos en la cara.
Etiquetas: Fotografía, Literatura
Etiquetas: Desvaríos, Ruta diaria
Etiquetas: Guiños, Literatura
Etiquetas: Fotografía, Gatos
Etiquetas: Desvaríos